Y que habrán visto las abuelas?
Negarán que saben, en varios idiomas, escribir y cantar
Y tomar y bailar
Por qué dejaron estos hermosos lápices en cada cajoncito, en cada cajita de galletas?
Para quienes dejaron estos maravillosos cuadernos amarillos,
Casi deshaciéndose, pero nuevos?
Páginas no vírgenes… tantos hijos, nietos y allegados los han manoseado
Todas las abuelas llevan algo elegantemente eterno
Casi sagrado
Algunas en un baúl de viajes
Donde se han sentado marineros y cocineras
En barcos a América del Sur
En maletas donde Mapuches y profesores chilenos
Pusieron unos manteles y hojas de nalca
Para comer cordero, papas, chicha de manzana, sopaipillas y mermeladas,
mientras el tren avanzaba
Abuelas que cuando duermen
Convierten cada sueño en semilla
Y la pesadilla…?
En semilla también.
Porque las abuelas ya no creen en los santos ni jueces
Ni dioses ni diablos.
Solo guardan silencio
creen en la gente y la nueva espiritualidad que no saben aún muy bien de dónde proviene.
Por eso guardan silencio y creen en la espiritualidad.
Solo guardan silencio
creen en la gente y la nueva espiritualidad que no saben aún muy bien de dónde proviene.
Por eso guardan silencio y creen en la espiritualidad.
Ellas saben qué sucedió.
Pero no quieren comenzar una nueva guerra
Por lo menos de las que ahora conocemos, NO
¡¡¡De las Guerras que conocemos, NO!!!!
Ellas se retiran a sus piezas,
¿Qué pensarán?
¿Recordarán?
¿Qué verán las abuelas?
¿verán la espiritualidad?
¿verán la espiritualidad?