martes, junio 21, 2005

MISERICORDIA

Esto fue lo que escribimos en el MSN hoy:

la salagarda dice:
cuando a los presos pobres le sirven la comida, muchos dicen , la "misericordia de dios"..... esos dichos se les quedan pegados

otra semana dice:
yyyyyyyyy

la salagarda dice:
pues las mesas de la parte de adelante del talagantino estaban todas ocupadas, y nos fuimos a comer un poroto.....eeeeeeeeee..... con bistec, en esas mesas del pasillito culiao...

otra semana dice:
yyyyyyyyy

la salagarda dice:
nos sentamos y al rato llegaron dos "la misericordia de dios".... y mientras comiamos ellos nos observaban... y miraban y miraban,.... pidieron una carboná dividida en dos...

otra semana dice:
ayyyyyyyy

la salagarda dice:
uno dijo... ta bakan, con esta wea quedamos choclo.... el otro dijo "la misericordia de dios".... el pelao se persigio

otra semana dice:
pk

la salagarda dice:
entonces cruzadas de ojos y caras de vivos al tiro...

otra semana dice:
shiaaa

la salagarda dice:
pk los otros miraban y miraban po....

otra semana dice:
yyyyyyyyyyyyyy

la salagarda dice:
" ta gueana la carbona le dijo el pelao", a ver si se espantaban... y otravez... " la misericordia de dios no ma po"

la salagarda dice:
pagamos y nos vinimos.....

la salagarda dice:
esa es mi anecdota

otra semana dice:
guena

otra semana dice:
ahi van puros delis

la salagarda dice:
is

la salagarda dice:
pelao komo sabe.... de ahí dio una catedrá del coa.... "estar choclo", es etar OK

otra semana dice:
el otro dia habian unos angulantes y taban repartiendo cd al lote en sobres y yo cometi el error de mirar...los lokos altiro empezarom mira el sapo kuliao y la gua

la salagarda dice:
ahiiiiiiiiiii

otra semana dice:
asi que me hice el gueon noma... y filo

la salagarda dice:
eso

otra semana dice:
terrible delicado loskuliaos

la salagarda dice:
relaciones peligrosas

otra semana dice:
se echan al agua altiro que están haciendo mardades

la salagarda dice:
sipo

lunes, junio 13, 2005

EVARISTO AZUL

Cuando el eco de la bala llegó a los oídos de las fans, la sangre de la pequeña victima ya comenzaba a mezclarse con los vinilos de viejas canciones de amor que se había llevado al baño, el lugar más privado de “Radio Ternura”, para terminar de una vez por todas con la discusión que no lo dejaba dormir hace días. Su programa de medianoche había sido transmitido por última vez en lo que fue la primera radio emisora de Frecuencia Modulada del antiguo pueblo maderero y pesquero del sur de Chile. Ya no habría programación local, la frecuencia la había adquirido una cadena internacional de comunicaciones que transmitiría desde Santiago.

El programa nocturno tenía más de diez años al aire, se hacía en directo, se seguían leyendo cartas manoescritas, pero se habían incorporado primero las llamadas telefónicas y luego el E-mail. Realmente tenía una audiencia envidiable. La clave, decía Evaristo Azul, era la poesía. Y claro, además de tener esa voz única, dominaba con maña el uso de la palabra y había adquirido un poderoso conocimiento de los poetas de lengua hispana y alguno que otro juglar francés, italiano, ruso, árabe o chino, que estaba traducido al español. La misteriosa casa de Evaristo Azul, aledaña a los estudios de Radio Ternura, era la más completa biblioteca de poesía de todo el sur de Chile, quizás de toda la patagonia suramericana.

Dos décadas de búsqueda, compra, intercambio, copia, encargos y regalos habían generado que varias de las paredes de la casa azul estuvieran llenas de libros. Desde traducciones de William Blake, hasta Clemente Riedemann; desde Trakl hasta Tellier; desde Michael Strunge hasta Alfonsina Storni. A Neruda no le gustaba, osea, le gustaba antes, pero ya prefería poesía más reciente o más antigua.

Evaristo Azul sabía que un estilo de vida había muerto. Él era el último bastión de una tipo de existencia más romántica, más provinciana, más de plaza de pueblo. A pesar que él se había conectado con tiempos y espacios alejados de ese locutorio de Radio Ternura, sabía que ya en muy poquísimas partes existía ese tipo de vida en que todavía se creía en el enamoramiento, en la radio nocturna y en la poesía.

Conocía perfectamente lo que era el amor. Hasta cierta edad había trabajado en un cabaret de puerto. Él era el animador misterioso que nunca aparecía y que animaba la cotidiana fiesta nocturna. Con esa voz acogedora de “gigoló serio”, como decía a veces, podía hacer subir completamente el ánimo de esas noches rojas del puerto en decadencia. Allí había conocido a su único amor correspondido. Una mujer de pueblo minero que escapando de la pobreza había decidido cerrar los ojos, dejar unos cinco años de pausa a la moral y a las buenas costumbres y reunir la mayor cantidad de dinero para luego instalar algún boliche que la pueda mantener. Pues se conocieron, se sorprendieron, se aceptaron y se enamoraron.

Antes de cumplir los cinco años, cuando ya estaba todo planeado, cuando ya se retiraban de las noches e iban a comenzar a madrugar en un nuevo negocio más relacionado al orden y tranquilidad, la sangre de amor y odio corrió por el cabaret portuario. La cabrona supo del plan y se puso más cabrona aún. No podía perder la voz y el cuerpo que todas las noches le daban ganancias permanentes. ¿Qué hizo? Intentó separarlos. ¿Cómo? Metió a otro hombre y a otra mujer en el asunto y armó el kawín. Evaristo azul se enteró primero, “Élla andaba con otro, un verdadero macho, conocedor de la noche, y obvio, por lo menos medio metro más grande que él”. Ella se enteró después, “en la pieza estaba Evaristo con otra mujer, con la nueva, la estaba probando, entrenando para el trabajo”. Eso se decía…

Era un cabaret, pero el amor, el verdadero amor, es el amor en todas partes. El no lo soportó. Ella cachó el kawin, apuñaló a la cabrona, pero no pudo huir y murió entre patadas, cuchillazos y llantos de las putas que lloraban sin saber que hacer. El, despidió de tres balazos al presunto macho competidor que nunca supo nada.

Cuando amaneció el iba huyendo entre lágrimas. Cabrona y amada estaban sin sangre, el se sentía más pequeño que nunca.

Y llegó a ese pueblo olvidado y a Radio Ternura. Prometió trabajar solo por comida y techo y creo la franja nocturna, la que llenaba de ilusiones a los amores eternos, a los amores que esperan, a los corazones solitarios, a los besos melancólicos.

Ese día Evaristo Azul sabía que sus fans iban a protestar por el fin de su programa. Había planificado su fin. Había enamorado a varias mujeres con su voz, con su desplante detrás del micrófono, con su talento para mantener la atención de corazones desolados. Lo que una vez comenzó en serio con cartas de amor a sus auditoras, había evolucionado a las llamadas telefónicas. Pero nunca, nunca se había mostrado en público. Nadie le creería, una persona de un metro veinte centímetros, no podría hacer eso. Nadie de esas características, podría hablar de esa forma, enamorar de esa forma, mantener esa cantidad de libros, dar tanta ilusión a los corazones. Temía de sobremanera que descubrieran su tamaño.

Cuando sonó el disparo, las fans comenzaron a gritar y los guardias después de desarrajar la puerta del baño descubrieron al diminuto personaje con la foto de una bailarina, una colt 45, unos discos antiguos y un libro de poesía, todo manchado con sangre azul.

Al otro día Radio Globalización comenzó con su programación que no incluía noticias locales.

martes, junio 07, 2005

LA ARAÑA Y EL PUB DE VINOS CAROS

No creo que algún decorador de los que hay ahora se haya encargado de adornar ese lugar. Los cuadros, la media luz y el silencio, acompañado de musica del ayer, le dan la atmosfera. En ese misterioso pub de vinos caros se puede conversar, se va a conversar, a pesar que en esa zona históricamente existe la tradición de que hay que guardar silencio, pues alguién podría estar de mala forma escuchando. Pero ya no hay nada o poco que ocultar, solo conversamos de temas culturales, de los comics, de la musica, de la prohibición que hubo en Argentina para que las radioemisoras no programaran música en inglés en tiempos en que se enfrentaban belicamente contra Inglaterra por las Islas Malvinas. Conversar y hablar, porqué no, de puras webadas incluso.

Guns&Roses, pistolas y putas, le comenzarán a llamar a ese barrio. Armerías, restorantes para viejos, cafes con piernas, cabaret, oficinas públicas, oficinas instaladas en pisos semioscuros de analistas de defensa y el gran paseo peatonal con sus grandes fuentes cuyo sonido del agua, borra el ruido santiaguino.

En el bar se puede tomar té de variados tipos, pero té en bolsas individuales. Malo no es ese té y toda la ceremonia para servirlo se acerca a las verdaderas teterías, pero, obvio, es solo un bar que bien podría ser parte de un club de antigüos amigos.

NO SE VEN BORRACHOS en ese lugar. Está todo en orden y dicen que la comida es de calidad. Algún día la probaré.

Tomamos vino pinot, Undurraga, buen vino. Pero se les acabo y el cambio fue nuevas copas y un santa emiliana, mientras la conversa a esa hora ya comenzaba a ser más fluida, rápida en opiniones y anécdotas. El pasado se hacía presente.
¿Siempre será así este país? era la pregunta ... y todas las respuestas no eran suficientes así que obviamente el análisis continuará en otros brebajes.

Cuando nos ibamos conversamos con un personaje histórico. Andaba elegantemente vestido y más de alguién si lo hubiese encontrado se habría espantado y hubiese arremetido violentamente contra él. Pronto publicará un libro donde, según él, explicará todo acerca de porque se arrepiente de haber sido fundador e integrante de LA ARAÑA. Defendió su postura y dijo ser parte de ese nacionalismo de Encina y Subercaseaux y se diferenció inmediatamente de los NAZIS y del FAcismo.... Fueron 15 minutos de preguntas y respuestas, todo muy diplomático y gentil. Dijo que era un cadaver político y comentó que se había hecho invitar a las reuniones del masivo Foro Social Chileno, donde apareció en las noticias de TV.

¿Le Creen?

Luego.... para la casa, con muchas preguntas, y con un golpe militar en la cabeza.